CURSA DE BOMBERS 2013
Tras mi participación el año por primera vez en la Cursa de
Bombers, y sobre todo después de lo encantado que quedé con la organización,
animación, ambientillo y demás, este año decidí que si hacía una cursa de 10
kms sería esta. En las últimas semanas había empezado a introducir las sesiones
de natación y bici en mis entrenamientos, pero se habían puesto diversas
“sesiones de calidad” de running: series muy muy duras, entrenamientos
progresivos, etc. No obstante estaba preocupado por un incipiente dolor en el
talón del pie derecho que anunciaba un principio de fascitis plantar (ya
sufrida en el pasado), así como un leve dolor que aparecía tras correr en la
pierna izquierda cerca del talón.
Así, aquella mañana quedé con Pau para ir en moto junto con
Xavi y Jordi (del equipo Cargreburguer) a la salida de la Cursa de Bombers.
Allí nos encontramos con los “cracks” del grupo Toni y Joanra. Tenemos tiempo
de sobra y calentamos un buen rato por el Parc de la Ciutadella. Llegada la
hora, nos dirgimos al box de salida (yo salía desde mi discreto sub 53 junto
con Jordi) y me doy cuenta ya de la cantidad de gente que hay. Tenía la
expectativa de ver qué habían montado este año los de Nike en la salida (el año
pasado con el violinista tocándola canción de El Último Mohicano junto con los
monjes fue sencillamente brutal) y lo primero se guarda un emocionante minuto
de silencio con el Cant dels Ocells de fondo en recuerdo de las víctimas de la
Maratón de Boston (bien por Nike). Después de eso un speaker al que se le
entendía fatal empieza a farfullar frases difícil de entender y nos suelta una
frase de la peli de 300 en plan “Espartanos, estáis listos” y los que se
enteraron de algo o sabían de que iba (un 10% de los corredores como mucho)
gritaron “Au, Au!. Y eso fue todo, una pena de salida para una carrera que
cuesta un pasta.
Mi objetivo realista lo hablo con Jordi era acercarme a los
50 minutos (el año pasado con menos entreno y un tanto resfriado hice 51:39),
aunque lo que me haría gracia sería bajar de 50. El suyo estar cerca de 51
minutos, así que más o menos igual podemos ir juntos (o no).
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Por el centro a la izquierda se ve mi linda cabecita, justo detrás de un tipo con gorra roja |
Dan la salida y
sigo con la sensación de que hay muuuucha gente y también muuuuchas más mujeres
que el año pasado. Tardamos nuestros 4 minutitos de rigor para pasar por debajo
del arco de salida y… rumbo hacia Colón en medio de la masa. Al llegar al giro
en Paral·lel hay tanta gente que se corre más allá de las vallas que limitan el
giro y de hecho te encuentras con más de una valla caída (con el consiguiente
peligro de pegarte un castañazo). Enfilo el Paral·lel (que para el que tiene
experiencia y sabe de qué va esto del running en Barcelona, SUBE) con el
objetivo de mantener el parcial de 5 minutos/km. Allí me reencuentro con Jordi,
que iba delante de mí y me pongo codo con codo con él. Así seguimos juntos
hasta el km 5. Hay tanta gente que me paso todo el rato adelantando, pero
además hay mucha gente que se dedica a
hacer “paredes” corriendo a un ritmo muy inferior al que teóricamente
tocaría por el box desde el que hemos salido. Al llegar al giro de la Gran Vía
el tapón es tan bestial que casi nos paramos, tremendo este año.
Cojo ritmo por la Gran Vía y decido ir por el centro que es
lo más plano posible. Sigo con Jordi pegado hasta que llega un punto que se va
quedando poco a poco retrasado, pero yo a lo mío. “Paso” del avituallamiento de
agua del km 4. La Gran Vía se hace un pelo larga ya que llegamos hasta la calle
Marina y se hace más larga aún porque lo que era el año pasado un recorrido
constantemente animado por batukadas, este año está animado por… nada o casi
nada: un bafle gigante antes de Passeig de Sant Joan, patético. Al acercarnos a
la calle Marina los recortadores y #runnerdemierda tienen su momento álgido,
subiéndose por las aceras y recortando unos cuantos segundos al crono: sois
patéticos. No obstante veo que alguna mente bien pensante de Nike ha puesto
alguna cinta en la acera y alguno se tiene que agachar y parar de lo lindo
cuando decide reincorporarse al grupo. Voy apretando, intentando ver si es
posible no perder de vista el globo de la liebre de sub 50, pero es un
constante de gente corriendo a un ritmo muuuucho más lento del que les tocaba
por el box y encima haciendo auténticos “muros” humanos que te hacen tener que
ir esquivando o ir pidiendo paso. Al llegar al segundo avituallamiento recuerdo
el tiempo que perdí el año pasado bebiendo agua y decido seguir tan campante,
en seguida llegaremos a la Plaza Urquinaona y a continuación tendremos nuestra
bajada preciosa por Vía Laietana, lo cual está a un tiro de piedra. Veo en este
punto que al ritmo actual o aprieto mucho o el sub 50 será casi imposible, quedan
2 kms y unos 25 segundos de diferencia. Así que aprieto el turbo y acelero todo
lo que mi cuerpo y el entorno de otros humanos corriendo me permite.
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En la Gran Vía, estoy en la parte derecha superior de la imagen con Jordi detrás mío |
Y llega el mejor
momento de la carrera: VÍA LAIETANA. Es algo impagable ver desde arriba la
marea de corredores teñida de azul y naranja (el año pasado fue más
espectacular porque era todo lila). Ello (junto con la ligera bajada) hace que
apriete un pelín más. Al llegar a la altura de la Capilla Santa Ágata (a la
altura de la Plaça del Rei) está o debería estar el Nike Tunnel Power Song,
pero ¿dónde está la suave lluvia que había el año pasado? Además la música y
los bafles se escuchan mucho menos (el año pasado fue impactante con AC/DC y
Highway to Hell), buff, estos de Nike son otros “recortadores” más. Y llego al
final de Vía Laietana ahora llegaremos a Pla de Palau para enfilar la meta
justo antes de la Estación de Francia. Me pongo lo más a la izquierda posible
para intentar ganar algún segundo en mi particular lucha contra el crono, giro
y… el tío que tengo delante se para de golpe frenándome en seco y le dice a un
amiguete con el que iba “sigue tú” a lo que yo le respondo un tanto enojado “
no te pares de golpe , c@#o!”. Después de tan desagradable experiencia me queda
unos 200-300 metros para meta, a apretar, pero entramos por la parte de la
izquierda, que a ver si tengo suerte y me sacan unas fotos tan chulas como las
del año pasado. Llego a meta y paro el reloj… no soy sub 50, 50:15 tiempo
oficial. Contento porque el objetivo de acercarme a 50 minutos lo he logrado,
pero con cierto regusto de frustración de que pudiera haber sido sub 50 si este
año la Cursa de Bombers no estuviera TAN masificada.
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Llegando a meta, últimos metros |
Al llegar, me voy parando poco a poco, pillo mi bolsita con
bebida isotónica, agua y otros víveres… y al punto de encuentro con los
Cangreburguers. Allí casi todos han mejorado marca y están contentos. Jordi, mi
compañero durante la mitad del recorrido ha hecho un minuto más que yo, y también es su mmp.
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Con el equipo Cangreburguer, de izquierda a derecha Yo mismo, Jordi, Joanra, Toni, Pau y Xavi |
Ahora unos días o semanas después de esa carrera sigo
pensando que soy capaz de ser sub 50, que necesito una carrera menos masificada
para lograrlo y que... ¡lo conseguiré! Por otro lado también tengo serias dudas de
correr la Cursa de Bombers de 2014 después de la decepción de este año.
Finalmente deciros que dos días después de Bombers salí a correr 6 kms al trote
cochinero y… me lesioné. Periostitis en la pierna izquierda (MUY doloroso, corrí
cojo 3 kms) y principio de fascitis plantar en la pierna derecha (vamos un
festival). Me he tirado 3 semanas sin correr (de hecho ya me ha ido bien para
centrarme en nadar y en la bici de cara a los tris de este año). Con ello
también me estoy planteando si también la he cagado con las zapatillas que me
he comprado. El año pasado me compré las ASICS Kayano 18 y fueron una gozada:
ningún tipo de molestia ni dolor, con tiradas largas de cara a la Media de
Barcelona. Al final de su vida útil decidí comprarme las Kayano 19 y ahora me
están saliendo todo tipo de lesiones. Pues después de leer en Internet resulta
que los de Asics con las Kayano de este año han decidido “abrirse” a más
público con su modelo estrella para pronadores como yo y las han hecho más “suavecitas”.
Muchas gracias señores de Asics, mes están fastidiando mi placer por el
running.
Próximos retos: Triatlón Sprint de Mataró el 2 de junio
(¡qué ganas!) y Triatlón Olímpico de Gavà el 29 de septiembre, mi debut en la
distancia.
Salud y Kilómetros
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